jueves, 17 de octubre de 2013

Educación y trabajo


Una de las maneras que poseen los jóvenes para insertarse en la sociedad es la educación y el trabajo, generando una visión distinta de cómo era décadas atrás, en donde el patrón tradicional, que era el predominante, establecía que luego de la educación secundaria se insertaba al mundo laboral, para continuar con el matrimonio y la conformación de una familia.


Hoy en día los jóvenes poseen más ambiciones académicas priorizando más los estudios que el trabajo, o en algunos casos llevando ambos, ya sea por las variadas posibilidades que existen para continuar con la educación superior. Se han generado cambios notables en las trayectorias y proyectos de vida de los y las jóvenes, asimilando la pérdida del patrón tradicional. 


Entre la juventud es posible identificar un fenómeno que trata de la interrupción y retardo de la independencia económica, residencial y la conformación de la familia por parte de las personas jóvenes, lo que se explica por la extensión de los años de escolaridad y el ingreso tardío al mundo laboral. Este fenómeno se denomina “juventud tardía” (Ghiardo y Dávila, 2009) o “síndrome de autonomía postergada” (CEPAL-OIJ, 2003).

Ghiardo y Dávila (2009) han analizado las encuestas que ha realizado la INJUV del 2006 al 2009, y han identificado la existencia de diferencias en el desarrollo de este fenómeno, que tiene que ver con el nivel socioeconómico que poseen las personas jóvenes: ya que al aumentar los estudios superiores, los jóvenes ingresan tardíamente a trabajar conformando con posterioridad su familia; sin embargo este proceso es distinto en jóvenes con menos recursos, ya que presentan inestabilidad laboral, maternidad/paternidad temprana, baja escolaridad, y menor pertenencia al hogar de origen.
En once años se han producido cambios significativos que dan cuenta de esta situación, como lo es el aumento de matriculas para la educación superior, ya que en el 2000 existían 452.325 estudiantes, y el 2011 esta cifra se elevó a 1.068.263 estudiantes.

La extensión educacional, el ingreso tardío al campo laboral y las dificultades para encontrar empleo (en algunos casos), provocan a la vez el egreso tardío del hogar de origen y retrasan la independencia de los padres, prolongando esta situación a una edad más avanzada.
Esto se podría ver reflejado en la disminución del porcentaje de personas jóvenes que son jefes de hogar o parejas del jefe de hogar (anexo 1), que dentro de 11 años demuestran la dependencia hacia el hogar de origen, afirmando un más la situación del fenómeno por el que pasa la juventud.

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